The Flaming Lipps

Anécdotas variopintas a través de una boca en llamas.

miércoles, septiembre 21, 2005

Top Ten de Mitos en la Sexualidad

Qué mejor tema para un 21 de septiembre, inicio de la primavera, día del amor, de la juventud, del estudiante, del médico… o como dijo un amigo:

- Básicamente es el día del estudiante de ginecología y/o urología.

10.- El hombre que se masturba, tarde o temprano, quedará ciego y tendrá las palmas de las manos velludas.

9.- No es necesario utilizar métodos anticonceptivos la primera vez que se tienen relaciones con una virgen, porque el himen la protege del embarazo.

8.- Cuánto mayor sea el tamaño del pene, mayor placer se obtiene y mayor placer se proporciona a la pareja.

7.- La sexualidad comienza cuando se empiezan a tener relaciones con penetración.

6.- Existen normas “de buena conducta” que dicen lo que es normal y anormal en sexualidad.

5.- Todos los problemas de pareja se arreglan en la cama, si el sexo realmente funciona, la pareja funciona.

4.- El orgasmo es más placentero si ambas personas llegan a la vez, además el orgasmo es obligatorio en la relación sexual porque sin él no hay sexualidad.

3.- La mujer que lleva preservativos en el bolso es una provocadora, porque es el hombre por naturaleza quien debe tener la iniciativa en las relaciones sexuales.

2.- La educación sexual incita a que los niños tengan relaciones sexuales prematuras.

1.- Hay que “circuncidar”¹ a las mujeres para que no sean infieles, ni libertinas. ¹(Léase mutilar los genitales)
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Fran y Sofía conocieron a Camila y Nina (las hermanas Matsi) en febrero de 1986, Camila era compañera de curso de las enanas, Nina es dos años menor. Las Matsi provienen de un hogar 100 % puritano y religioso: padre celoso/sobreprotector, madre mojigata/parca y hermano menor “oveja negra”, como suele suceder.

Camila tuvo “más suerte” en el amor que su hermana menor, quizás porque Nina siempre fue una muchacha de carnes generosas (como diría mi abuelo), detalle que la cohibió por mucho tiempo.

Sofía era conocida de manera extraoficial como la “doctorcita del curso”, los que tenían cierta confidencialidad con ella solían buscarla para plantearle preguntas respecto a la sexualidad. No es que Sofía estuviera de ida y de vuelta en el tema, sencillamente era muy curiosa y leía todo lo que podía sobre el tópico porque nunca lo consideró tabú, además que la enana siempre creyó ciegamente en el refrán: Mujer precavida vale por dos.

Las enanas habían entrado en la adolescencia y todas las compañeras de curso solían reunirse cada cuatro meses para tomar té y cuchichear. Días antes de Semana Santa se dio la primera reunión de té, no hay nada más entretenido y exasperante que estar en medio de una jauría de adolescentes: risas nerviosas, gritos estridentes, pelambre variado.

Todas las enanas estaban sentadas en el piso formando un gran círculo, jugaban botella (pregunta ~ respuesta) a diestra y siniestra. Karina tosió un poco y cortó el juego de golpe sin respetar el turno de su compañera, sonrió y lanzó la pregunta que la intrigaba desde hace unos días:

- ¿Oye Sofi es cierto que las mujeres se pueden masturbar?

Camila Matsi se atragantó con la galleta que comía y empezó a toser como si estuviera poseída, luego gritó por unos segundos mientras se tapaba los oídos y cerraba los ojos:

- ¡Yo no quiero escuchar! ¡Yo no quiero escuchar! ¡Yo no quiero escuchar!

Las enanas miraron la escena divertidas y en silencio esperaron la respuesta de Sofía:

- Kari claro que las mujeres se pueden masturbar.

- ¿Pero cómo Sofi? Es decir no entiendo, si nosotras no tenemos… bueno, tú sabes… eh, pene.

Sofía miró de reojo a Fran con picardía y aclaró las dudas de las enanas a grandes rasgos, finalmente no era la Dra. Ochoa en Hablemos de Sexo. Las caras de las adolescentes eran un poema, parecía que esas cabecitas empezaron a funcionar a mil por hora.

Camila abrió los ojos lentamente y se fijó que nadie movía los labios. Se paró súbitamente, se arregló el cabello y fingió haber recordado un compromiso que tenía esa misma tarde; hecha a la desentendida, se despidió rápidamente de sus compañeras y puso los pies en polvorosa. Las enanas continuaron chismeando y comiendo masitas varias durante un par de horas más.

La mayor de las Matsi siempre fue una rara mezcla entre puritanismo, curiosidad y paranoia; por ejemplo detesta utilizar el metro porque piensa que algún maníaco podría esconderse detrás de un pilar y atacarla cuando esté desprevenida, por eso de lejos prefiere viajar en micro a pesar de los “artistas” callejeros. Uno de los pasatiempos favoritos de Camila fue de poner en aprietos a su hermana menor con ciertas preguntas; pero no contó con la astucia de su hermana.

La menor de las Matsi ha ido cambiando poco a poco su forma de pensar, cuando era chiquilla siempre respondía con un NO rotundo a la pregunta de relaciones prematrimoniales, incluso día antes de la boda con su prometido (como respondió en algún té). Nina solía pensar que la virginidad sería su regalo de bodas y que le diría a su futuro esposo: “Toma, de mí para ti”. Siendo bioquímica más de una vez tuvo que hacer estudios en individuos con ETS y las cosas empezaron a cambiar en su cabeza.

Nina, aún de adulta, tenía la habilidad social de una ostra, por eso a nadie le extrañó que decidiera probar con las salas de Chat, le habían comentado que las personas se desinhiben completamente ante un monitor. Después de unos meses inició conversación con Alejandro, un periodista mexicano que viajaba con frecuencia para fotografiar y relatar los diferentes festejos típicos de los países de América Latina. Pasado el tiempo Alejandro visitó nuestro país, Nina estaba chocha como gallina clueca, por fin conocería a su Romeo en vivo y directo (no en muerto y diferido, como diría otro amigo).

Una semana había pasado desde que Alejandro llegara a nuestra tierra cuando la curiosidad de Camila fue más fuerte que su voluntad, decidió que no perdería otro minuto e interrogaría a su hermana. Un sábado en la mañana mientras las hermanas Matsi desayunaban Camila empezó con las indirectas:

- ¿Y cómo te ha ido con Alejandro?

- Bien, es divertido, inteligente e interesante.

- ¡Ah! ¿Y no te duelen los labios y el paladar?

- ¿Cómo dices?- Nina levantó una ceja y miró a su hermana.

- Sí, tú sabes, dicen que duele la primera vez - Camila pensó que su hermana “¡por fin había sido besada!” y que con esa pregunta la pondría en aprietos.

- ¡Ah te refieres al sexo oral! Te cuento que fue de lo más cómodo.

Camila se puso colorada, el café se le fue por otro camino y empezó a toser como endemoniada, luego gritó:

- ¡¿Nina pero cómo se te ocurre decirme eso?!

- ¿Y a ti Camila quién te manda preguntar lo que no debes? Guarda distancia, que yo no ando interrogándote.

Desde ese día la mayor de las Matsi le tuvo un nuevo respeto a Nina y se olvidó por completo de las “indirectas directas”. Sin embargo las anécdotas de Camila no terminan aquí, una noche cuando todos los Matsi dormían se escuchó un estruendo en la ventana de uno de los cuartos. Camila era la única de sueño ligero en la familia así que se despertó de un brinco, temblando se acercó a la ventana de su cuarto y ahí pillo a su enamorado aferrado de la cornisa, en el jardín de edificio se veía una escalera tumbada y un bulto entre los matorrales que se reía a carcajadas.

- Camila soy Fabián, quería darte una sorpresa pegando en tu ventana un corazón hecho con flores, ábreme la ventana por favor.

- ¡Estás loco Fabián! Yo no te hago entrar a mi cuarto por nada, imagínate que mi padre te encuentre aquí dentro.

- Cami, amor por favor, que me estoy cayendo.

- ¡No, no y mil veces no!

- Camilita prometo que saldré por la puerta sin hacer ruido, no me quedaré ni un minuto. ¡Que me caigo!

- ¡Cállate! Que mi papá se puede despertar y nos mata a los dos.

- Cielito lindo se me están soltando los dedos.

- ¡Ya te dije que no! Y ahora me voy a la cama para olvidarme de todo este escándalo.- Camila de un golpe cerró las cortinas de su cuarto.

De los matorrales salió el mejor amigo de Fabián y situó la escalera justo a tiempo para que “el valiente enamorado” bajara. Han pasado siete años desde aquel incidente y la historia ha convertido en una leyenda urbana, poco saben que en realidad es cierta.

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Post Data

Hace unas semanas atrás nos enteramos que Camila se casó con Manuel, su primer amor de colegio, y que está esperando familia. Cuando Ana, la hermana mayor de Sofía, supo el nuevo chisme no paró de reír diciendo:

- Viste Sofi, esto le pasó a Camila por… ¡no querer escuchar! ¡no querer escuchar! ¡no querer escuchar!

4 Comments:

Blogger raudor said...

Afortunadamente de un segundo piso se puede caer sin menoscabo me han contado (a)

jueves, septiembre 22, 2005 12:03:00 p. m.  
Blogger The Flaming Lipps said...

Jajaja, creo que en este caso no colgaba de un segundo piso, sino de un tercero o por lo menos eso le entendí a Camila cuando me contó la historia :S

Es decir que la caída se presentaba mucho más peligrosa que la eventual "furia" de un padre celoso.

En todo caso con mi vértigo, ni loca me presto a escalar la ventana de un Romeo ;)

jueves, septiembre 22, 2005 12:09:00 p. m.  
Blogger raudor said...

Romanticismo y acrofobia no van d ela manito, definitivamente.

lunes, septiembre 26, 2005 3:52:00 p. m.  
Blogger wenselao said...

Buen relato, te ganas un poroto.
Algun dia llegare a ese nivel.

martes, septiembre 27, 2005 8:33:00 p. m.  

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